martes, 16 de abril de 2013

El clon que se pasó al bando de los analógicos



1 Personaje atormentado por imágenes que le recuerdan que su mundo no es real.   

2 Personaje que debe morir, dar un salto de fe (En este caso cruzar a la zona de radiación que lo freirá por  dentro en segundos).

3 Hay que escapar de ser repeticiones/copias/clonaciones. 

Con estas características Oblivion puede entrar dentro del género de las películas sobre la modernidad fantasmagórica junto con Aeon Flux y El Origen. Además con El Origen comparte otras cosas. En Oblivion, Jack, el personaje de Tom Cruise acaba convenciéndose de que realmente es quien le dice Julia (Olga Kurylenko) que es, gracias a que ella le enseña su anillo de compromiso. En el caso del Origen se dice que el verdadero token del personaje de Leonardo DiCaprio, el objeto que usaba para saber cuando estaba en la realidad, era también su anillo de compromiso. Porque el token debía ser forzosamente individual por lo que el trompito de su esposa no podía servirle y además por la forma y los momentos en que Cobb toma el anillo. Además, claro, en las dos películas sale un Nueva York sin humanos.

En el caso de Oblivion la película puede leerse claramente como una metáfora de la lucha de un mundo analógico contra uno digital: Jack, un técnico de drones vive en una casa moderna, digital y minimalista entre las nubes, pero su corazón está abajo en una cabaña en un lugar natural, llena de libros y discos de vinyl. Un día Jack "baja", toma un libro y eso es lo que le hace pensar al líder de los humanos que Jack puede ponerse de su lado. Al menos este clon, piensa él, gusta de la vieja cultura y podría despertar, es decir recordar y ayudarlos contra la máquina clonadora, que hace pensar a Jack y y Victoria (Andrea Riseborough) y sus respectivos clones que trabajan para la humanidad cuando en realidad lo hacen para la máquina enemiga. Entre otras cosas, Jack luchará contra versiones de las naves TIE de Star Wars en laberintos/cañones al igual que en la guerra de las galaxias sólo que ahora las naves enemigas son drones robóticos.

Aunque ya después, analizandola, la historia parece tener varios huecos, a mi me gusto Oblivion. Eso sí, le quitaría el final - final, porque es obvio que el final natural de la historia es cuando explota el "tet" y no cuando un clon de Jack se reencuentra con Julia que se siente como un falso final feliz metido a la fuerza.

2 comentarios:

  1. Hola Fer:

    Yo no he visto esta película, se me hacía, eso sí, gracioso que el título como que describe muy bien la situación actual de Tom Cruise, que está cayendo a pasos agigantados en el "Olvido", pero como a ti te gustó y es del mismo director de Inception, sí se me antoja verla.

    Y eso de los finales como metidos con calzador sí es muy común, ¿no? Como que quiren dejar un final de huevos y a la mera hora no pueden y les gana el deseo de no mover mucho el avispero, que todo sea bonito.

    CG

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  2. A pues vela pero conste que a mi me gustan todas las de ciencia ficción y no es del mismo director de Inception, ese es Christopher Nolan. Pero eso sí, parece que le tienen que poner final feliz a guevo. No dudo que literalmente deban ponerles final feliz. Te mando un abrazo Chica G

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