domingo, 7 de abril de 2013

Freaks contra farsantes



Los Angeles es famosa por ser una ciudad de freaks y en sus edificios de departamentos baratos al parecer puede encontrarse cualquier cosa menos lo "normal". Las criaturas de estos edificios son el tema de Small Apartments, la tercer película de Jonas Akerlund, exbaterista del grupo de black metal Bathory, y director de videos musicales, entre ellos uno de Madonna, Ray of Light, que parece fusil del de No controles de Café Tacuba. La primer película de Akerlund, Spoon, la odié desde lo más profundo de mi corazón pero me convencieron de ver esta y la verdad fue una muy buena sorpresa.

Para empezar al contrario de Spoon, aquí Akerlund no se pone descaradamente a imitar a sus ídolos, Guy Ritchie principalmente, y a meter los más gastados clichés del cine independiente noventero. Small Apartments tiene un elenco de lo más variopinto, o sea es una revoltura de lo más raro, como raros son los personaje principales de la película, Franklin Franklin (Matt Lucas excelente), y su hermano Bernard Franklin, así como sus vecinos el pacheco Johnny Balls (Johnny Knoxville) y su chava darketa Rocky (Rebel Wilson). La película nos presenta un mundo en donde si no eres un desadaptado muy probablemente tu vida es miserable, como le sucede al otro vecino, Mr Allspice (James Caan), que puede tildar de freaks a los otros pero es un tipo solitario y triste incapaz de romper la rutina. O eres un miserable, como es el caso del casero. Como suele suceder en el cine americano, por lo menos en el contemporáneo, los personajes quieren escapar. En muchos casos quieren irse a una gran ciudad y Los Angeles es la tierra prometida en muchos casos. Pero en esta película están en Los Angeles, que es una trampa según le dice su hermano a Franklin, así que hay que soñar con irse a los alpes suizos como hace él o con trabajar en un table de Las Vegas como la otra vecina, Simone. La película presenta a personajes que por más raros que sean; como Franklin o su hermano o el pacheco de Tommy Balls o Simone con su sueño de bailar en el tubo, son buenas personas. Son auténticos al menos. En el otro extremo están la mamá de Tommy, que fue una madre terrible pero que aún así su hijo la prefería antes, cuando era alcohólica, que ahora que se convirtió en cristiana. Y sobre todo está el Dr Sage Mennox (Dolph Lundgren) un farsante que vende libros para tener "fuerza cerebral" y todo en él es falso, desde su bronceado hasta sus poses. Y la historia le hecha en cara a este personaje las consecuencias de sus mentirosas teorías pues por su culpa el hermano de Franklin no se trato a tiempo un tumor cerebral y murió. Y ahora Franklin irá junto a él en el vuelo a Suiza y le asegura al doctor que será un vuelo muy largo. Yo sólo le quitaba a la película el final en que el personaje de Billy Cristal pone un cassette en donde Bernard Franklin le echa un choro a su hermano Franklin Franklin. Es como si el director no confiara en su historia y, por si las dudas, deja un mensaje buenaondita que sobra por completo.

 

2 comentarios:

  1. A mi me encantó el humor de la peli, recomendable para cuando andas depresivo y te preguntas que mierdas haces con tu vida, la cosa es muy simple: lo importante es tener un sueño sin importar si es bueno o malo. Sobra decir que la actuación de JUNO es la onda.

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  2. Sí, estoy tentado a hacer un maratón de Juno :P

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